Ahora que el taller es historia...

...Ustedes siguen siendo el presente.
Desde acá -mi rincón poco iluminado- los invito a que usen este medio para comunicarse.
Para los que no lo saben, Gabriel está por partir en periplo por Bolivia, y prometió abrir un blog para dejarnos sus crónicas de viaje; Laura, por su parte, manifestó sus ganas de leer durante este verano y yo le propuse que en lugar de martirizar a Juan Ignacio, comente con ustedes e intercambie acá sugerencias y lecturas. En fin, que todo sigue pero esto que comparten es real: cuídenlo, replíquenlo, miren a otros con los permisos que se dieron para conocerse entre ustedes.
Cuando me inviten, estaré con ustedes leyéndolos y compartiendo. Ahora me voy a elegir algo para ustedes.
Sigamos en comunicación

Memorias del proceso de escritura

Este espacio, como dijimos al principio, es para que ustedes produzcan la memoria de su proceso de escritura, y seguirá abierto hasta que esta pauta de trabajo quede completada.
Que sea un espacio de crecimiento mutuo es lo que se propone y espera.

Dudas varias

Como ahora que están trabajando empiezan a saltar todas las dudas, les voy respondiendo:
lo pedido fue formato A3 pero de última, se acepta A4.
El tamaño de letra tiene que ser legible. Mis anteojos dan para Verdana 9 o Arial 11, Times new roman similar, pero si empiezan con letras diminutas, ¿qué van a usar en los epígrafes? Siempre guarden un resto.
Una recomendación: hagan una prueba de impresión borrador antes de la definitiva, para ver esta cuestión de los tamaños y especialmente para ver si no se pierde texto con las ilustraciones.
Una cuestión no menor, más vale prioritaria: el otro. ¿A quién va dirigido mi texto? Consecuentemente, ¿dónde se publicará?
No dejen de responder con claridad a estas cuestiones.
Y la seguimos.

Aunque otros textos los hayan impactado más, estoy convencida de que El cuarto de la pesadilla puede decir el horror de los propioss abandonos, de aquellos que decidimos y tapamos con una pared blanca. A esto creo que se refiere el último aporte de Laura.

¿Cuáles son sus víctimas, además de nosotros?

Mientras ustedes van realizando su proceso de construcción, yo voy haciendo mi proceso de ayudas. Ahora se me ocurre que un texto clave puede resultar El cuarto de la pesadilla, de Walter Scott.
A ver qué les parece...

Las preguntas van dando lugar a nuevos comentarios.
No se dijo qué tamaño ni estilo de letra debía tener el trabajo final, pero sí les puedo asegurar que se espera que resulte un material comunicable, legible, comprensible. Ténganlo presente también cuando elijan ilustraciones de fondo, porque a veces resultan tan vistosas que no permiten leer el texto sobreescrito. Esto es lógico y fundamental: por favor, no dejen de hacer pruebas de impresión antes de editar.
La cuestión de construir un campo semántico del abandono me parece que es una ayuda para todos, que de otra manera redundarán en el mismo término una y otra vez. Para dar una colaboración desde acá, em gustaría preguntar qué color tiene el abandono, qué sabor, cómo se siente en la piel, con qué imágenes se identifica, cómo se oye. Recuerden que muy a pesar de que pocos lo hayan practicado, el texto descriptivo fue uno de los puntos centrales de nuestra producción de textos.
Y por hoy no digo nada más. Me quedo leyéndolos.

Si les parece bien, podemos ir ordenando esta primera sección del trabajo, e ir subiendo las dificultades tecnológicas y los rastreos temáticos en los distintos textos abordados.
Recuerden que solo se trata de una sugerencia.
O bien: ¿Qué problemas de índole tecnológica, textual, conceptual, experiencial y hasta afectiva presenta para cada uno de nosotros este trabajo?